REMANSO
Parece estar tan lejos. Y tan cerca. Parece una línea curva tan, pero que tan perfecta, que cuesta creer que no existe. Mirando al horizonte todo parece… no sé. Sólo sé que mi cabeza vuela mirando hacia allá. Mi mente se transforma ingrávida. Siento la calma del infinito. Me introduzco en esa oscura línea inexistente. El resto de cosas a su alrededor tiene movimiento, vida.
El sol abrasa mi piel. Las olas rompen con furia contra las rocas. El aire salado parece querer acariciar mi pelo. El agua busca refugio entre las grietas de roca negra y se queda formando pequeñas lagunas. En una pequeña oquedad, comienza a crearse un pequeño mundo de plantas y peces. Los pececillos nadan de un lado a otro, descubriendo su nuevo hogar.
Toco el agua con mis pies. Está tibia. Me siento en una piedra que sobresale del resto. El agua humedece mi cuerpo hasta alcanzar las caderas. Miro alrededor y no veo a nadie, tan sólo oigo voces lejanas. Me quito la braguita del biquini y un escalofrío me recorre de pies a cabeza. El leve vaivén del agua, rozando mi sexo, me excita. Empiezo a tocarme con las manos. Los pececillos se arremolinan a mi alrededor, el fluido que brota parece gustarles. Aparto las manos y se alejan. Espero unos segundos y vuelven a por más alimento. Me sujeto fuertemente a las piedras de alrededor. La excitación va creciendo. Los peces picotean y succionan mi líquido. Me marea el gusto que me producen. Respiro lenta y profundamente. No quiero moverme. No quiero que se alejen. Quiero que terminen lo que han empezado. Me muerdo los labios hasta hacerlos sangrar. A uno de ellos, el de mayor tamaño, parece serle insuficiente y se introduce más adentro, en mi vagina, moviendo la cola con velocidad para avanzar con fuerza. No puedo más. Jadeo. Las piernas me fallan, creo que me voy a desmayar.
Me sujeto con la mirada a esa fina línea lejana… y dejo que estalle en mí todo el poder del placer, dejándome arrastrar hasta el fondo del remanso.
This is for you.
Inés h. arroGante
Hay deseo…y también cierto abandono. O más bien deseo de abandonarse.
Íntimo y personal…y, desde luego, intenso. En suma: arroGante.
Felices vacaciones…junto al remanso.
PD: Me permito sugerirte que revises estas dos frases. Parece que son los labios los que no tienen bastante «Me muerdo los labios hasta hacerlos sangrar. A uno de ellos, el de mayor tamaño, parece serle insuficiente y se introduce más adentro […]»
Gracias, lo tendré en cuenta