1.
—Neurosis cismáticas, cataclismos sensoriales y un cierto hiato de histrionismo religioso. Son los posibles efectos secundarios
—¡Genial!, dame dos
—¿Te vas a tomar dos de estas?
—Para ir haciendo boca, ¿Y tú?
—Joder, me las iba a tomar todas
—Eso no puede ser bueno Frank
—¡Pues por eso, coño!, ¡Por eso!
2.
«Y no quisiera terminar sin antes dar las gracias por asistir a nuestro programa a Ana Silva, nuestra pintora favorita y al genial escritor Claude Sephon; ha sido un placer tenerles con nosotros.
Y cómo no, a nuestro gran público, los cientos de miles de políticos que nos ven desde sus casas.
A todos ustedes les deseo muy buenas noches»
3.
Lector, quéjate.
De todo aquello que te quejes, llora.
Llora de alegría pues estás vivo.
Y ahora deja de llorar y vive, ¡Gilipollas!
4.
─Tío me lo estoy pasando de la leche
─Y yo, y yo
─Eres un cachondo
─Y tú eres cojonudo
─En serio tío te sales
─Pues tú eres un tío de puta madre
─Tú eres la hostia
─Te quiero tío
─Y yo a tí macho
─¿Vaya pedo que llevamos eh?
─No, no… yo soy homosexual
5.
─Macho, pesqué un pez ¡Así de grande!
─¿Vas a menudo?, ¿A pescar?
─No, no, sólo he ido una vez
─¿La primera vez y has pescado un pez así de grande?
─Bueno, en realidad lo hizo un colega con el que iba
─¿Un colega?
─Sí, lo pescó este fin de semana
─¿Lo pescó?, ¿Pero tú estabas con él, no?
─Eh… en realidad no. Me hubiera gustado, pero me tocaba la niña. Mi amigo fue y me lo contó hoy.
─¿Amigo o colega del curro?
─Un compañero, lo estaba contando en la máquina de café y escuché la conversación.
─Entiendo… Oye, ¿Y yo a tí, de qué te conozco?
─No, de nada, de nada…
Deja un comentario